Muchos neoyorquinos con bajos ingresos que sufren enfermedades o discapacidades graves dependen de los servicios de salud en el hogar cubiertos por Medicaid para vivir de manera segura en sus hogares. Este caso desafía el fracaso de Nueva York para proteger a estas personas cuando las compañías privadas que brindan su atención cierran.
Una de estas compañías privadas, que se llaman Planes de atención administrada a largo plazo ("MLTCP"), cerró en los condados de Suffolk, Nassau y Westchester. El Departamento de Salud del Estado de Nueva York ("DOH"), que es responsable de proteger a los destinatarios de Medicaid, permitió a esta compañía enviar una carta confusa a los destinatarios sobre sus derechos, lo que provocó que muchos de ellos perdieran la atención que necesitaban. Esto puso en riesgo su seguridad y también violó sus derechos al debido proceso conforme a la Constitución de los Estados Unidos.